Cuando estaba preparándome para viajar a Alemania, buscando con ayuda de alguien especial todas las posibilidades que tenía en mis manos. Muchas personas a mi alrededor dudaron con muchas preguntas. Algunas de esas preguntas, que por lo general venían de personas muy cercanas a mí, me incomodaban mucho. Porque no sabía las repuestas. Me sentía impotente siendo incapaz de responder preguntas como: ¿te van a reconocer tus estudios de Colombia para hacer una maestría en Alemania?, ¿dónde vas a vivir?, ¿cómo vas a hacer para comer?, ¿quién te va a lavar la ropa?, ¿cuánto te vas a tardar en aprender el idioma?
Bueno ahora viéndolo bien hay muchas de esas preguntas que siguen sin respuestas, pero la verdad en el momento en que estaba ocupado planeando todo, yo no tenía esas preguntas en mi cabeza. Fueron las otras personas quien se hicieron esas preguntas, quizás fue por su preocupación y algo de temor ajeno, que se hacían esas preguntas por mí. Quizás se sentían responsables por mí y no me creyeron capaz de lograrlo, o solo se sorprendieron simplemente al ver que quería hacer ese drástico movimiento en mi vida, y comenzaron a preguntarse cosas que ellos nunca se preguntarían antes, esperando al mismo tiempo una respuesta de mi parte. O quizás, era YO que hacia todo más incómodo por mi inseguridad al escuchar esas preguntas, y no saber sus respuestas.
De verdad fue un tiempo muy difícil, pero en esos momentos tenía mucha ansiedad y esperanzas, ponía todo de mi en cada actividad, sin importar el resultado, seguía adelante, era yo quien quería, estaba sintiendo que estaba trabajando para mis respuestas y no para responder las preguntas de los demás, estaba siendo autentico. Viendo cumplir los pequeños pasos a seguir durante la planeación y preparación de mi viaje. Esto me ayudaba a desviarme de esas dudas, de una u otra forma le quitaban importancia. No eran relevante para mí, se estaba manifestando un cambio por medio de mis acciones, pero no un cambio en la situación era un cambio en mí, que no me permitía ver las preguntas de los demás como algo urgente en el momento.
Muchas de esas preguntas se han respondido con el tiempo y no fui yo quien pudo responderlas. En realidad, fue el entorno quien trajo esas preguntas en el tiempo indicado y las respondió de igual forma en el momento ideal para mí, o como dirían muchos en el día de mi suerte.
Hay que descansar un poco de las preguntas y de las dudas, acepta la situación como es, olvidando lo que paso o lo que podría pasar, y si quieres cambiarla, solo intenta algo para lograrlo y veras que se manifestaran cambios en tu vida. Donde solo tendrás tu percepción para los temas que de verdad son urgentes, y así lograr esos cambios que tú quieres de verdad en tu vida. Esto le permitirá a el entorno colocar esas preguntas y al mismo tiempo sus respuestas al frente de ti, en el momento en el que se deba preguntar y cuando se pueda responder.
Sigue enfocado en el camino hacia lo que quieres lograr. Ahora la pregunta final ¿qué es en verdad lo que quieres lograr? Bueno esa fue una de las muchas preguntas que me hicieron antes de partir. ¿Qué es lo que quieres hacer en ese viaje?
En mi caso, yo no podía responder esa pregunta en aquel entonces. Primero no conocía ese País era algo completamente nuevo para mí, ¿cómo podía responder esa pregunta? Ahora con mi experiencia puedo responder de la siguiente forma, me encantaría explorar, crecer, hacer algo diferente y cambiar mi vida en ese viaje.
Parte 2
Después de un viaje de casi 7 años, algunas cosas cambian al regresar y las conexiones que existían antes deben actualizarse. Durante esos años se desarrollan diferentes tipos de personalidad en cada individuo. Tipos de personalidad que pueden llegar a chocar. Estos choques son generados por las costumbres, tradiciones y hábitos que permanecen vivas en las personas. Este es el factor generador del conflicto, pero de igual forma es la solución.
Descubriendo y aceptando los cambios, es la mejor forma de progresar. Si se permanece en el estado anterior de hace 7 años, comenzaran a generarse expectativas de comportamiento. Que por lo general nunca serán cumplidas.
Después de 7 años se modifica el patrón de comportamiento de cada individuo. No solo los comportamientos se modifican, sino que también la forma de percibirlos. Y cada persona, madre, padre, hija, hijo, dentro y fuera del núcleo familiar, sufren esta clase de cambios.
Si claro lo sé, no es nada fácil, desconectarse de tus seres queridos. Esa conexión sin embargo se mantiene, por muchos años que pasen, esa combinación de emociones, recuerdos y creencias se mantiene intacta. Ahí está el factor común entre los seres queridos, entre la familia. Esa conexión hace parte de nosotros, de nuestros fundamentos, que en combinación con nuestra propia convicción nos guían hasta llegar al saber que necesitamos para emprender.
En el momento que somos auténticos con o sin familia al frente, en ese momento comenzamos a emprender una nueva vida, creciendo y explorando en tu entorno y en tu ser. De ahí se vendrán muchos retos, que hay que afrontar y aceptar. Afrontar y aceptar sin influencia de las demás personas. Y si es que no se llega a lograr lo deseado, no solo hay que estar enfocado en conocer el éxito, sino que también, es en ocasiones necesario vivir y sentir el fracaso.
Debe existir un equilibrio entre las conexiones familiares, para que se puedan mantener. La aceptación fue en mi caso lo más complicado, para emprender junto a mi familia. Era difícil encontrar un equilibrio por la intensidad y tensión que tenían mis emociones, reaccionaba sin pensar, solo con instinto. Tenía que desconectarme para lograr percibir similares patrones de conducta en mi entorno, viviendo mi vida autentica, siendo yo mismo, no tener límites y si llega a dar un conflicto, se estará preparado para confrontarlo. Yo soy el responsable de mis actos, así que de toda acción que yo haga, seré yo mismo quien afronte y acepte las consecuencias, y nadie más.
Pero qué pasa con la familia, los seres queridos, ellos también van a afrontar las consecuencias. Si es verdad, si padres y madres actuan así, serian irresponsables, porque sus hijos dependen de ellos. Ahí no puedo opinar mucho, porque aún no tengo hijos. Pero si yo llego a tener un hijo o hija, ese individuo va a tener una conexión conmigo hasta que yo muera. Esa conexión hay que mantenerla en equilibrio para poder seguir viviéndola y disfrutándola. No siempre se tiene que hacer lo que diga el padre o la madre, si el hijo o la hija ya tiene 30 años. Ahí debe existir un equilibrio entre emociones y tensión. Se debe respirar al tener al frente a la madre o el padre, al hijo o a la hija, se debe vivir, se debe entender para poder sentir conjuntamente y no individualmente.
Para bailar con una pareja se debe tener una música en común, sin la música no hay ritmo ni tampoco harmonía. Si transformamos esa música en común en un tema en común, que las dos personas entienden. Estas dos personas generaran emociones conjuntas que facilitan la harmonía y reducen los malentendidos.
Así se evitarán con el tiempo muchas emociones que restan en la vida, dándole paso a emociones nuevas e interesantes, que provienen de un entendimiento común. Se vive una vida interesante, se vive con pasión y emoción con y sin familia al frente.
No es conveniente crear un escenario hipotético tratando de excusar tus acciones o actuar extremamente a la defensiva. Así se mantienen expectativas que quizás no van a ser cumplidas. Solo hay que ser auténticos y aceptar la realidad, informar no es lo mismo que excusar, recibir información no es lo mismo que condicionar. Libera y se libre.
Expectativas no cumplidas, pueden generar una serie de emociones negativas, que por lo general solamente se pueden omitir, ya que la mitigación afecta el comportamiento normal de cada persona. Si se modifican estos patrones de conducta, se perderá la esencia de cada individuo no serán auténticos. Generando otras emociones negativas que reflejan una insatisfacción interna, por no seguir los propios patrones de conducta, por no ser autentico.
Omitir en este caso significa aceptar, aceptar los cambios y no poner más resistencia a una realidad que ya está dada. Aceptar que ya no es como lo fue algún día, dándole paso a una nueva historia que contar. Hay que utilizar estos conflictos para comunicar de una manera constructiva los cambios percibidos y lograr conocer a una nueva persona, que se encuentra quizás al frente de ti.