Soñar es también peligroso, y la única solución es la verdad. Ser consciente del presente. Ver el sueño como opción, simplemente una opción. Una posibilidad como las demás, que puede funcionar o no.
Sumergirse en los sueños puede llegar a ser peligroso. Sueños nos muestran un mundo ideal, una solución a toda la vida, pero al final son solo sueños y sueños no pueden remplazar la realidad.
Basar la vida solo en sueños, nos limita a vivir y a entender el presente que es nuestra realidad. Viviendo una vida de sueños nos dificulta percibir las oportunidades que de verdad el presente ofrece, pero quizás el futuro solo promete.
Por que limitarnos a un sueño que pensamos ayer o hoy si podemos vivir una vida soñada.
Cada día amanece con nuevas oportunidades para seguir soñando y viviendo diferente al día anterior.
Cada día puede traernos interesantes coincidencias que cambian nuestra vida y nuestra forma de soñar.
Cada vida es un mundo y cada sueño vienen de diferentes realidades que queremos mejorar o cambiar. Cada uno de nosotros tienen su propia realidad, cada uno de nosotros tienen sus propios sueños, por que no cambiarlos y hacerlos cada vez mas grandes y mas cerca de la realidad que se vive, se siente y se goza.