A medida que pasaban los años, venían cambiando los diferentes entornos en los que me rodeaba. El único entorno que siempre se mantenía estable era el de mi círculo familiar. Ahí aprendí mis valores, lo que es vivir una vida en plenitud y harmonía. Siempre tenía mi propio espacio, pero de igual forma la familia estaba ahí siempre. Si todo se escucha muy bonito, pero no es fácil lograr esa estabilidad, se necesita mucho amor y dedicación a la familia, así como lo hizo mi familia en mi caso. Por eso es que las familias duran tanto tiempo y siempre están ahí.
Con esos valores salí de mi casa al colegio en el bachillerato o preparatoria. En la primeriara estudie en el colegio de mi madre, que era en el mismo edificio de mi casa. Así que nunca salí de mi casa estando en el colegio. Suena algo irónico, pero así fue en aquel entonces.
Por ese motivo describo mi experiencia en el bachillerato, como la primera vez que estuve en un salón con otros niños fuera de casa. Fue en realidad una experiencia muy divertida, en especial durante la espera entre el cambio de profesores que solo eran algunos pocos minutos, y durante los descansos. Durante esas partes del día, casi siempre pasaba algo muy pero muy gracioso. Era como estar en un espectáculo de comedia.
Excluyendo las pocas peleas físicas y verbales que vi y escuché y seguramente alguna vez tuve. Todo lo demás eran cosas muy graciosas. Yo en particular descubrí como divertirme y jugar mientras aprendía en la escuela.
Así como una de las frases del lema del colegio de mi Madre, “Jugar y aprender es nuestro lema también”. Siempre ser responsable. Aprender, esa es la verdadera responsabilidad de todo niño. Al comenzar a aprender, utilizamos nuestra inteligencia, incluyendo juegos en nuestro aprendizaje. Así todo fluye más fácil no hay que forzar nada. Y lo mejor de la escuela es que durante los juegos no hay calificaciones, así que es la oportunidad perfecta para calificarte a ti mismo, van a existir muchos niños que por diversión van a querer calificarte de una manera negativa, pero como todo es un juego, ellos pueden hacer lo que ellos quieren, eso a mi no me afecta, por que solo es un juego.
Para mi durante los juegos era la oportunidad perfecta para saber, no exactamente que cosas me gustan jugar, por que yo no conozco todos los juegos, casi siempre cambiaban. Yo aprendí, que cosas no me gustaban jugar, y qué momentos para mí no eran buenos para juagar. Solo así es posible jugar y aprender al mismo tiempo.
Durante el camino de la educación escolar y universitaria, van apareciendo personas o quizás amigos que perciben sus realidades de una manera muy parecida a como tú percibes tu realidad, haciendo fluir las cosas mucho más fácil entre ustedes. Son personas que no suelen calificar a nadie, como lo hacen algunos niños en las escuelas. Son personas que se mantienen positivos siempre y muy alertas ante las dificultades, ya que nada ni nadie puede afectar ni calificar sus propias realidades.
Con ese tipo de personas si que tuve locas experiencias. En mi camino aparecieron muchas personas con las que la pase muy bien. Exactamente con ese tipo de personas, fue con quien me hice más grande, ya que por lo general hacíamos cosas que fueron mas alla de nuestros propios límites. Pero de una u otra forma todo funcionaba bien, ya que siempre podíamos ir más allá de nuestros límites, éramos dos o mas personas, así que podíamos hacer algo que quizás una sola persona no podía lograr. Ese tipo de personas son las que siempre permanecen presentes en nuestras vidas, ya que con ellas compartimos una de las pocas cosas que en realidad tenemos para compartir, que son nuestras historias. Si esas historias locas, donde fuimos más allá de nuestros límites y que no todos tienen la capacidad de creer e imaginar.
Esas historias donde quizás sentimos de verdad lo que es el miedo, placer, satisfacción, diversión, claro esas historias son las que nos tienen hoy aquí donde estamos, y las que siempre recordamos, por que nos cambiaron la vida.
Sin embargo, muchas de esas personas solo van y vienen a nuestras vidas, nunca se quedan, así como lo hace la familia. Claro porque muchos de ellos, así como tú, quieren seguir aprendiendo, pero no solo de ti, ya que quizás tienen otros intereses. Pero es bueno, por que cuando regresan, siempre las dos partes traen interesantes historias para compartir y seguir aprendiendo uno del otro. Así como en la escuela, pero en vez de calificarse uno al otro, aprenden uno del otro.
Me imagino y solo puedo especular en este caso, que de esa forma se puede encontrar a una pareja para nuestra vida. Puede ser una persona que este aprendiendo cosas que a ti te interesen y quieras aprender también. Llagando así juntos a niveles más altos de conocimiento, ya que, siendo dos personas, logran alcanzar limites mas altos de los que una sola persona puede lograr. Quizás así comienza una familia, tratando de lograr juntos lo que una sola persona no puede llegar a lograr. Llegar más allá de la inteligencia ordinaria y lograr altos niveles de inteligencia emocional, para así mantener a una familia, donde los hijos posiblemente pueden llegar a tener una inteligencia emocional, que les permita seguir jugando y aprendiendo en el transcurrir de sus vidas.
¡Que gran post!
Las reflexiones nos recuerdan que estuvimos, que ya no estamos, pero que podemos volver siempre que lo queramos.
Un abrazo mi amigo
PK
¡Muchas gracias, Pablo!
Tienes toda la razón, para eso son los que estuvieron y no están ahora, para compartir y aprender de las historias de cada una, una y otra vez, traer reflexiones y experiencias que le añaden valor a nuestras vidas. Sin calificar a otra persona, ni tampoco ser calificado, así fluye mucho mejor 😊.
Un abrazo de vuelta!